Dodo
Reino animal:
2.6. Dodo
Era un ave no voladora endémica de las islas Mauricio, situadas en el océano Índico (a 900 km de la isla de Madagascar).
La extinción del dodo, a finales del siglo XVII, lo ha convertido en el arquetipo de especie extinta por causa de seres humanos.
Como adaptación a la vida en la isla, los dodos perdieron la capacidad de vuelo, y con ello sufrieron también una fuerte regresión en la musculatura y de sus ligamentos en el esternón, además de una transformación en el plumaje, que se volvió filamentoso.
La cola se acortó extraordinariamente y quedó provista de solo unas pocas plumas arqueadas y fijadas débilmente.
Partiendo de esto, se puede decir que el dodo era un ave de aproximadamente un metro de altura, de plumaje grisáceo y con un peso que, de acuerdo a análisis realizados en 2012, rondaba los 10 kg; sin embargo otras publicaciones estiman un rango de entre 9.5 y 17.5 kg.
Su pico era muy largo, aproximadamente de 23 centímetros, y con una punta en forma de garfio que probablemente le permitía romper las cortezas de los cocos.
Sus patas eran amarillas y robustas, con unas cuantas plumas rizadas en su parte de atrás.
Tenía unas alas muy pequeñas, que unidas a su gran peso y un esternón insuficiente para soportarlo le hacían incapaz de volar.
El ser humano llegó a su hábitat en el siglo XVI. Las primeras noticias que se tuvieron en Europa del ave parecen datar de 1574; en 1581 un conquistador español llevó un ejemplar a Europa.
La llegada del hombre acarreó la propagación de nuevas especies en la isla,incluyendo cerdos, macacos cangrejeros, perros, gatos y ratas, la aparición de nuevas enfermedades y la propia destrucción de los bosques, de los cuales dependía en gran medida la subsistencia del dodo.
Se estima que el saqueo de sus nidos por parte de las nuevas especies tuvo un efecto más devastador que el de la caza.
Como consecuencia se produjo la completa extinción de esta ave un siglo después de la llegada de seres humanos a la isla.
Según una hipótesis del investigador Stanley Temple, el tambalacoque, también conocido como "árbol dodo", era parte de la alimentación de los dodos, y que solo tras pasar por el tracto digestivo de uno de ellos, sus semillas podían germinar, y que el tambalacoque estaba cercano a la extinción, dada la desaparición del dodo.
Para demostrar su tesis, alimentó a la fuerza a pavos salvajes con 17 frutos de tambalacoque, de los que tres germinaron.
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